Polideportivo de Villena, Alicante
Último día del Leyendas que comenzaba con el concierto de los suecos Wig Wam, banda que no recordaba y es que como nos dijo su vocalista Glam, no venían desde 2010. Por el nombre, ya imaginaréis que el estilo era glam Cincuenta por ciento de la banda llevaba una vestimenta relacionada con el mundo gay, con un bajista al estilo Burt Reynolds / Village People quien junto a Glam le daban el toque personal. Un concierto alegre presentando su reciente disco “Never Say Die”.
Jorge Salan abría el escenario Mark Reale y tengo la máxima de que siempre que lo pueda ver lo veré, porque siempre hará algo totalmente diferente, aun tocando las mismas canciones. El trabajo de improvisación de este aun joven guitarrista es impresionante y lo demostró con su repertorio donde mezcló canciones rockeras de su último disco, standard de blues de toda la vida y cerró con una versión de “La Grange” de ZZ Top con todos los músicos usando sus barbas de guata. En par de ocasiones Jorge bajó a la pista a disparar sin piedad, para alegría de todos.
Cambiando el estilo en el Azucena Stage, llegaron las brutales Carla Harvey y Heidi Shepherd de Butcher Babies. Con toda sinceridad les comento que no importa quienes sean el resto de los músicos mientras ellas dos estén ahí mezclando voces claras y guturales. Entraron con la genial “They’ re coming to take me away” y a partir de ahí todo fue una locura, sumando “Lilith”, “The Butcher” y otras piezas igualmente demoledoras. Interesante el manejo de la escena y la confianza en sí mismas que tienen estas chicas de las cuales habría que tomar ejemplo. Dos mujeres de armas tomar que no paraban de arengar al público que a su vez no paraba de responder. Terminaron subidas en la baranda saludando al público y vi a Carla Harvey mostrando a un mojigato segurata donde la tenía que agarrar para que se sintiera segura, lo cual me resultó gracioso.
Ensiferum continuaron la fiesta con su mezcla de folk con metal extremo. Es otra de las bandas a las que no acabo de cogerle el gusto, por eso me quedé, para ver si está vez sí, pero no del todo. Aun así, magnifica banda con intenso respaldo de la audiencia desde que abrieron con “Rum, Women, Victory” hasta el cierre con “Iron” que indudablemente es una pieza intensa.
En el 2017 Rhapsody estuvo en España en el tour de reunión, ahora lo hacían bajo el nombre de Turilli/Lione Rhapsody. No sabemos bien por qué, pero las leyes son a veces una trampa. No importa: está aquí Luca Turilli que ha sido siempre el motor impulsor de Rhapsody y está Fabio Lione quien momentos antes había tenido la gentileza de acercarse a la zona de prensa para saludar a un amigo suyo y atender al resto de moscones con una elegancia de caballero británico a la antigua. Su repertorio estuvo inspirado en los clásicos de la banda de siempre y todo sonó de maravilla. Los teclados sampleados hicieron que perdiera algo de lustre pero hubo quien ni cuenta se dio y Fabio intentó conectar con la audiencia hablando en español. Sublime recital que tuvo su momento cumbre con “Lamento Eroico”. Confieso que no estaba del todo prestando atención cuando la pieza comenzó, incluso jamás fue de mis favoritas, pero cuando Lione comenzó con el estribillose me hizo un nudo en la garganta. Veinte años después y él la canta como si fuera la primera vez, con toda la emoción traspasando esa garganta gloriosa.
Overkill son una de las bandas fijas del Leyendas y los disfruto cada vez. Siempre dando unos conciertos intensos, el de esta tarde no fue para menos. Bobby Blitz Ellworth nada menos que luciendo camiseta del Leyendas que el propio Marcos Rubio le había obsequiado. Creo que la pieza más nueva que tocaron fue “Welcome to the Garden State”, o sea, que su repertorio no fue novedoso, pero fue el que deseamos cargado de clásicos de toda la vida de la banda. Cuando Bobby comenzó a anunciar una pieza diciendo solamente la letra E, pensé que iba a interpretar “Evil Never Dies”, pero no, fue el clásico “Elimination”. Una banda que suena como una aplanadora.
Con la adrenalina subida, nos enfrentamos al concierto de Opeth y de la misma manera, ha sido el concierto de Opeth que más me ha gustado. De hecho, el único que me ha gustado. Ya me he reconciliado y comprendido que la etapa extrema de la banda no regresará, o al menos no me importa si regresa o no. Ellos se sienten bien con esa música que no deja de ser compleja y muy bien hecha. También Simone Simons de Epica me contó que es una de sus bandas favoritas y quizás a partir de su criterio he formado el mío. Al menos, Mikael Akerfeldt no le dio por hacer “chistes” que solo él entiende. Un momento de calma después de la tempestad.
Y la tempestad regreso con Epica, presentando “Omega”. El montaje pirotécnico fue arriesgado, con unas llamas que se disparaban directamente hacia adelante. Comenzaron con la primera pieza de su último disco del cual también pudimos escuchar “The Skeleton Key” y alguna otra, pero tampoco olvidaron los clásicos de siempre como “Consign to Oblivion”. La banda ha ido cambiando disco a disco pero aun en los directos se cuidan de no ofrecer su cara más arriesgada y actual, su vertiente más cinemática y alocada. Siempre hay espacio para algo más reconocido, como ocurrió con la interpretación de “Cry for the Moon”.
Tampoco me pierdo un concierto de Angelus Apatrida y esta noche no iba a fallar. La banda estaba especialmente emocionada como bien mostró su vocalista Guillermo Izquierdo al agradecer varias veces no solo la respuesta del público sino su oportunidad de estar ahí y de poder volver, pues como expresó: “me estaba volviendo loco” como tantos otros músicos que vieron sus carreras troncharse en diferentes estadíos de desarrollo. Thrash metal de toda la vida cargado de energía y también de alegría aunque a alguien ajeno le parezca que un mosh pit y un wall of death son muestras de agresividad bestial cuando en realidad muchos lo hacen con la sonrisa sincera. Tremendo concierto que cerraron con la habitual “You’re Next” y continúan su gira que los llevará cada vez más lejos.
A la 1:40 comenzaba Leo Jiménez quien apareció con un look bien diferente. Ni la bestia del rock and roll ni la mística de Stravaganzza sino camisa negra y pelado bien cuidado. La operación de cuerdas vocales anunciada parece que fue un éxito porque Leo cantó si bien con un ligero cambio de timbre, igualmente llegando a las notas más altas. La selección de canciones fue una especie de “La Historia de mi Vida”, con piezas como “Ballena Negra” y algo de sus bandas anteriores (las suyas, no las que ha participado). El bajista Pablo Pantera se mantuvo discreto sobre las tablas, él que puede ofrecer mucho más, espero que con el tiempo se suelte con estas canciones y algún arreglo. Un concierto genial y una alegría poder ver y escuchar a Leo con toda su fuerza y vigor.
Cuando me despedía del Festival entraba El Reno Renardo, pero ya no podía más. Otro año será. Una selección de videos de los conciertos los puedes ver aquí en resolución 4K