Si no conoces a Cryptex la ternura orquestal con que entra 'Once Upon a Times', esos 22 segundos de inicio te harán pensar cualquier cosa, sin embargo una vez comiencen esas paredes de teclados darás con una banda que a pesar de sus discos y sus más de 250 conciertos, no está aquí para hacer dinero ni complacer a nadie más que ellos mismos. 

 

Tercer disco de este grupo con SPV y el que ellos consideran más emocional, profundo y oscuro. Te diremos que se trata de una banda de rock progresivo sencillamente porque no hay otro lugar donde ponerlos. Hay momentos que suenan como la banda sonora de una película del tipo Rocky Horror Picture Show y en otros a las composiciones de Jim Steinman en sus momentos asociados a Meat Loaf. 

 

Lo que si resulta una chifladura es que todo este sonido sea creado solo por tres músicos. Canciones que van desde el progresivo hasta el metal, pasando de lo calmado a lo violento y de las piezas pegadizas a las complicadas. Y así ha sido la banda desde 2008.  Buscando un balance entre estribillos y coros pegadizos y momentos realmente raros como los de “Haunted”, que en cierta medida podría ser la esencia de la banda con un video igualmente alocado. 

 

Canciones que por momentos vienen cargadas de ímpetu y salvajismo. Locuras musicales que solo se le ocurrirían a alguien acostumbrado a la vida teatral, siendo “I Don´t Know Why” la más altisonante en este grupo de composiciones que te hacen sentir como que hay algo raro en el ambiente pero no sabes bien que es.  Simon Moskon tiene una magnífica voz cargada de matices y aporta un gran sentimiento mientras sus compañeros arremeten con las cuerdas de guitarra y bajo. Otra de las piezas más oscuras es “Bloodmoon” y comienzo a  pensar ¿cómo se harán las voces en directo? Son un trío que se las arreglan muy bien solos, pero  que de seguro en directo necesitaran apoyo. 

 

Hemos mencionado dos de las piezas que la banda ha avanzado, pero no por ello el material que está por descubrir es menos meritorio. La alegre “Reptiles” crea un contraste aportando musicalmente un torrente de luz que se oscurece con la letra. La alegría regresará con “The Promise Keeper” esta vez con una canción que recuerda el rock setentero británico de bandas como Sweet. Y el disco va avanzando y mostrando sorpresas que, aun conociendo a la banda te asombraran. Junto a  Simon Moskon, el guitarrista André Jean Henri Mertens es uno de los principales compositores mientras el bajista Marc Andrejkovits co escribe las letras. 

 

Aunque no sale en las fotos Simon Schröder es el batería de este disco. Salvando las distancias este disco se me parece mucho al “Sheer Heart Attack” de Queen. Los momentos más locos de la música están condensados en “Once Upon A Time” que para cerrar hacen dos canciones en el estilo narrativo de Nick Cave, “A Mo(u)rning” y “Leaving” que deliberadamente bordean el art rock más experimental.