Estábamos en la segunda mitad del 2020 y ya pensábamos que nos íbamos a quedar sin el disco bienal de Hell in the Club, pero finalmente está aquí. Ya incluso ha sido nominado “disco de la semana” por otras webs. Para nosotros es el disco que continua la carrera de una banda que hace muchos años que hay que tener en cuenta. Una banda con personalidad propia que con este disco donde siento algunos cambios, ratifica su calidad musical y de verdad esperámos que crezca mucho más.

 

Aquí hay miembros de Elvenking y Secret Sphere, pero esto no es lo importante porque la música de las bandas mencionadas poco ha influido en la energía de Hell in the Club. 'Hell Of Fame' es su quinto disco y la promo dice que es material más fuerte hasta la fecha. ¡No lo creo del todo! Estos son los Hell in the Club de siempre, con canciones súper pegadizas, ritmos sincopados, un trabajo coral que apoya el ritmo y estribillos para corear. Rock de estadios. 

 

Es que, de hecho, incluso cuando comenzó la entrada de “We'll Never Leave the Castle”, que ha sido escogida como single y video pensé que la banda se aflojaba y ya perdía el gancho, pero el estribillo gana enteros. “Worst Case Scenario” ratifica su pasión por el público. Es una pieza que en directo será seguida por las palmas de la audiencia, que también aplaudirá con frenesí y bailará con “Here Today, Gone Tomorrow”, que es de esas canciones que te hace sentir cosquilleo si estas sentado, sabiendo que saltar del asiento es lo que necesita tu cuerpo.

 

Después de tres ramalazos cargados de ritmo, “Joker” no afloja aunque su riff sea mucho más común dentro del heavy metal. Es una banda que va a la par de grupos como H.E.A.T. y DeVicious. “Last of an Undying Kind” es hija del “Dr. Feelgood” de Motley Crüe, una hija más arreglada y alegre que sus padres. Y así llegamos a “Nostalgia”, cuya música me deja pensando por qué o quién se sentirá la nostalgia (y viendo el video lo sabrás), con esos toques iniciales de eurodisco y un fortísimo riff.

 

La banda ha estado mezclando hard rock clásico con un sonido moderno, heavy metal con canciones de fiesta, rock and roll de los cincuenta y todo lo que se les ocurre. Así continúan a partir de la enérgica “Mr. Grouch”, dejando atrás una balada de corte rock que es “Lullaby for an Angel”. “No Room in Hell” desde que comienza ya te pone la adrenalina a hervir con esa entrada de bajo y el riff de guitarra. La alegría que se necesita en estos tiempos del COVID para olvidar un poco la soledad del encierro y la falta de lugares donde el sudor de la multitud te entra por la nariz. “Tokyo Lights” tiene esa combinación de alegría y añoranza casi al cierre de lo que es un disco perfecto.  El cierre con “Lucifer's Magic” es el perfecto pues se trata de una canción que no se hermana con las anteriores, perdiendo parte de la alegría del disco y aportando un tono lúgubre con ciertos aires de misterio.

 

Como siempre, el disco ha sido grabado, mezclado y masterizado por Simone Mularoni (DGM) en los Domination Studio en San Marino, Italia; y como siempre, la caratula es un dibujo relacionado con el contenido de las letras.  Un disco que se disfruta de principio a fin y del cual la banda puede estar más que orgullosa.