AOR Heaven / Germusica PR © 2018

Tracklist:
1. Victory
2. Fight For Love
3. Second Hand Heart
4. Late Night Liason
5. Danced In The Moonlight
6. Love And Hate
7. Reach Up
8. Anything
9. America
10. Run And Hide

A la banda de los hermanos Millis los conocimos hace dos años con Silhouette. En aquel momento nos deslumbró el trabajo vocal y la manera de manejar la coralidad en White Widdow  y es algo que han mantenido en este disco.  Otra obra genial de AOR Hard Rock que esta vez se ha producido en Melbourne, Australia.

Lo de esta banda es más bien una gran influencia de lo que se llamó Arena Rock en los ochenta.  Están influenciados según ellos por bandas como Survivor, Foreigner, Journey, Night Ranger, Starship, Dokken y Rick Springfield, aunque yo añadiría Styx, por esos timbres de teclado que por momentos utiliza Xavier Millis.  Si eres fan de este tipo de banda, seguro que White Widdow te deleitará.

Es este su quinto álbum celebrando diez años de carrera.  Hay alguna variedad, si bien se mantienen los coros y las composiciones con estribillos atractivos, se ha añadido una fuerte dosis de pompa, de ahí nuestra valoración de las influencias de Styx, aunque ellos comentan que se han fijado algo más en Giuffria, aquella banda que hizo el tecladista del mismo apellido, que provenía de las filas de Angel.

A esto se suman los eléctricos solos de guitarra del virtuoso Enzo Almanzi. En directo son magníficos como lo demostraron en su gira por España organizada por Kivents que finalizó hace un par de semanas. Allí los pudimos ver con un arsenal de piezas que resistirán el paso del tiempo, que no es realmente lo que podemos decir de este disco en su integridad.

Aquí a pesar de los elementos agregados encontramos que hay algunas piezas que nos suenan a relleno. Tampoco la elección de “Second Hand Heart” como video nos parece la más acertada. O sea, si es acertada si la banda desea dar esa imagen de banda de baladas, al igual que “Anything”, pero pienso que piezas como “Victory”, “America” y casi la mitad del disco demuestran mucho mejor el potencial de la banda.

Aunque cada cual tiene su propia idea de cómo manejar estos detalles, el resultado final es un disco que muy bien puede estar en un estante junto a los clásicos Knee Deep in the Hoopla, o Vital Signs.

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